Karaage: pollo frito japonés crujiente

¿Alguna vez has probado el Karaage? Este plato japonés de pollo frito crujiente es un gran éxito entre los gourmets de todo el mundo. El secreto de este delicioso plato está en el rebozado crujiente y en la salsa de adobo, que le confieren un sabor irresistible. Sigue leyendo para saber más sobre el Karaage y cómo prepararlo en casa.

Karaage es un plato japonés a base de pollo adobado y ligeramente rebozado, que se fríe hasta obtener un crujiente perfecto. No es exactamente como el pollo frito al que estás acostumbrado. El karaage se hace a menudo con trozos de carne del tamaño de un bocado, lo que lo hace perfecto para compartir o para comer sobre la marcha. Es crujiente, jugoso y rebosante de sabor, lo que lo convierte en un plato básico de la cocina japonesa.

¿Qué hace tan especial el kara?

El secreto de un delicioso kara está en la preparación. En primer lugar, los trozos de pollo se marinan en una mezcla de salsa de soja, ajo, jengibre y aceite de sésamo. Esto impregna la carne de un sabor umami rico que no encontrarás en la mayoría de las demás recetas de pollo frito. A continuación, se recubre con almidón de patata o harina de maíz, lo que le confiere una textura maravillosamente crujiente al freírlo.

El karaage suele freírse en poca cantidad de aceite y a alta temperatura, lo que ayuda a sellar el sabor y crear una corteza crujiente. El resultado es un plato jugoso y suculento por dentro, y maravillosamente crujiente por fuera. En la mayoría de las recetas de Karaage también se añade un chorrito de limón, que aligera el plato y lo hace aún más irresistible.

Cómo hacer Karaage en casa

Ahora que ya sabes todo sobre el Karaage, es hora de aprender a hacerlo. La buena noticia es que es un plato sorprendentemente sencillo de preparar. La clave está en empezar con muslos o pechugas de pollo deshuesados y sin piel, ya que éstos le dan al plato un sabroso sabor. También necesitarás algunas cosas básicas de la despensa, como salsa de soja, ajo, jengibre, aceite de sésamo, almidón de patata o harina de maíz, y un poco de aceite vegetal para freír.

En primer lugar, corta el pollo en trozos del tamaño de un bocado. En un bol, mezcla la salsa de soja, el ajo, el jengibre y el aceite de sésamo. Añade los trozos de pollo al bol y remueve para que se impregnen. Cúbrelo y refrigéralo durante al menos 30 minutos, o hasta 8 horas.

Cuando estés listo para cocinar, saca el pollo del adobo y deja escurrir el exceso. Añade el almidón de patata o la harina de maíz a un plato hondo y reboza las piezas de pollo en la harina. Calienta un poco de aceite en una sartén a fuego medio. Cuando el aceite esté caliente, añade los trozos de pollo y cocínalos 4-5 minutos por cada lado, o hasta que estén dorados y crujientes.

Saca el pollo de la sartén y deja que escurra sobre un paño de cocina. Salpica con un poco de limón y sírvelo caliente.

Variaciones y sugerencias para servir

El Karaage es un plato versátil, así que no tengas miedo de ser creativo. Puedes probar a utilizar diferentes adobos y aliños para darle un sabor único. Algunas variaciones populares son ajo y miel, picante y especiado, y al curry japonés.

En cuanto a las sugerencias para servir, Karaage puede degustarse solo como tentempié o aperitivo, o como parte de una comida más copiosa. Es delicioso si se sirve con arroz al vapor, verduras salteadas o una ensalada. También puedes probar a utilizarlo como guarnición de ramen, o como relleno de wraps y bocadillos.

Pensamientos finales

Si nunca has probado el Karaage, te espera una delicia. Este plato japonés de pollo frito crujiente está repleto de sabor y es un complemento delicioso para cualquier comida. Es fácil de hacer y se puede personalizar para que se adapte a tu gusto. Así que, ¿por qué no lo pruebas y ves de qué se trata?

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